La Hospitalidad Diocesana peregrinó un año más a Fátima

Durante tres días -16, 17, 18 de este octubre de 2009--, los peregrinos de la Hospitalidad Diocesana de Sevilla han vivido de forma intensa y entrañable unas brillantes jornadas en Fátima. La expedición de esta institución sevillana se desplazó a la ciudad portuguesa con un nutrido grupo de enfermos e impedidos. Como se sabe, estas peregrinaciones fueron creadas hace más de dos décadas por el recordado y querido sacerdote Leonardo Castillo.

El desplazamiento fue organizado un año más por Távora Viajes y Congresos y en la peregrinación formaron más de un centenar de personas, con una amplia presencia de enfermos, técnicos sanitarios, cuidadores y costaleros. Fue otra extraordinaria convivencia otoñal en Cova de Iria, junto a la Virgen de Fátima.

El traslado a tierras portuguesas se inició en los terrenos de la Feria en Los Remedios. El viaje comenzó en este punto del camino hacia el lugar de las apariciones de la Virgen a los pastorcitos de Cova de Iría, Lucía, Jacinto y Francisco.

Han sido numerosas las vivencias en Fátima.

El viaje estuvo coordinado por Antonio Távora, padre e hijo, con la presencia de los representantes de la Hospitalidad Diocesana de Sevilla.

Entre los peregrinos también hubo un importante grupo que se desplazó hasta Fátima para tener un encuentro con la Virgen y pedir por la salud de sus familiares y amigos, por la paz y la concordia en el mundo.

En la primera jornada en Fátima, los peregrinos sevillanos se acercaron hasta la explanada del Santuario, para tomar parte del Rosario y la Procesión de las Velas. La segunda jornada en Fátima fue enormemente intensa. En el Hotel Verbo Divino, lugar de concentración del grupo de enfermos y costaleros de la Hospitalidad, se desarrollo un encuentro de oración de todos los peregrinos, que fue dirigido por el sacerdote Carlos Coloma, consiliario de la Hospitalidad.

Al finalizar esta convivencia, el grupo se desplazó hasta la Capelinha para entonar una Salve dedicada a la Virgen de Fátima. En el segundo día en Fátima se celebró en la Capelinha la solemne misa dedicada a las peregrinaciones españolas. Ocuparon lugares preferentes junto al altar donde se venera la Virgen, en el mismo sitio de las apariciones, los enfermos de la Hospitalidad sevillana.

Si en el año 1917 tuvo lugar la primera aparición de la Virgen en Cova de Iria, fue en 1925 cuando se celebró la primera Procesión de las Velas. Este acto de homenaje a la Virgen, sobre todo los sábados por las noches y tras el Rosario en la Capelinha, es espectacularmente multitudinario.

La imagen peregrina de Fátima -que estuvo hace más de cincuenta años en Sevilla --, fue paseada en procesión por toda la extensa explanada del Santuario. En este solemne acto público en honor de la Virgen se registró una altísima participación.

La tercera jornada de esta Peregrinación 2009 a Fátima finalizó con la Misa Internacional, que tuvo lugar en el altar situado delante de la fachada principal del Santuario. Los enfermos e impedidos de la Hospitalidad Diocesana de Sevilla ocuparon un lugar reservado en las primeras columnatas del templo. La imagen de la Virgen Peregrina fue trasladada desde la Capelinha hasta el altar de la concelebración, formando parte de la procesión todos los estandartes, banderas y símbolos de las asociaciones y entidades que habían peregrinado a Fátima en estas fechas.

La peregrinación llegó a su jornada final. Un año más hubo agradables e intensas convivencias y sensaciones. La Hospitalidad Diocesana de Sevilla cumplió con los deseos del recordado padre Leonardo Castillo, cuya figura está siempre presente entre los buenos peregrinos de esta tierra.