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La Peregrinación de la Hospitalidad Diocesana vivió por sevillanas el amor y la fe a la Virgen de Lourdes



Numerosas han sido las vivencias y las experiencias que los peregrinos que formaban parte del grupo de la Hospitalidad Diocesana de Sevilla han tenido en Lourdes. Durante tres días en la ciudad francesa hubo un intenso y profundo programa de actividades en torno a la Gruta de las Apariciones en la cual se venera la Virgen de Lourdes que se apareció a la joven Bernadette. Convivencias, misas, vía crucis, ofrendas, turno de oraciones, fiestas, emociones y solemnes y multitudinarias procesiones se celebraron en la población gala con la presencia de los peregrinos sevillanos y la participación de numerosos grupos procedentes de varios países.

UN VIAJE HISTÓRICO Y TRADICIONAL

La Peregrinación de la Hospitalidad Diocesana de Sevilla partió desde el campo de la Feria hasta Lourdes, haciendo escala en Burgos. Un año más -y van 27 desde que este intenso viaje de enfermos fue creado por el recordado padre Leonardo Castillo--, la Diócesis de Sevilla organizó este tradicional desplazamiento a la población francesa para orar y meditar ante la popular y venerada imagen de la Virgen de Lourdes. La agencia Távora, viajes y congresos -con Antonio Távora Molina -Medalla de la Ciudad 2010--, y Antonio Távora Alcalde--, preparó este histórico viaje. Los enfermos e impedidos que formaron parte de la expedición viajaron en autobuses especiales y acondicionados y contaron con la ayuda y colaboración de un grupo de jóvenes y entregados voluntarios. Como responsables de todo el grupo estaban varios miembros de la Junta Directiva de la Hospitalidad Diocesana y el sacerdote Carlos Coloma, consiliario de dicha institución y capellán honorario del Santuario de Lourdes. No pudo formar en esta peregrinación 2010 el presidente de la Hospitalidad, Antonio Lancha, pero sí estuvieron presentes Julio Ruiz Rosales, Paco Blanca, Antonio Távora Alcalde, Caty Portillo, el diácono José Antonio Muñoz Pardo y hasta la veterana hermana María Fernández, entre otros. Hay que destacar este año la numerosa representación de la familia Orúe en esta peregrinación, con Nena, Luís, Susana, Loli, Eduardo, Jaime y Lola, que enriquecieron el viaje con sus extraordinarias y especiales muestras de cariño, amor, solidaridad y ayuda para los enfermos.

VIVENCIAS DE FE Y SOLIDARIDAD

Entre los meses de mayo a octubre son más de ocho millones los peregrinos que llegan a Lourdes. Sevilla siempre está presente en esta acogedora población francesa a finales de junio. El grupo de la Hospitalidad Diocesana de Sevilla estaba formado este año por casi 300 personas entre peregrinos, enfermos, voluntarios y colaboradores.

El primer acto tuvo lugar en la Iglesia de Santa Bernadette, en cuyo templo se celebró la misa de bienvenida, presidida por el rector general del Santuario, Horacio De Britto. Por su parte, el sacerdote Carlos Coloma leyó un mensaje del arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo, dirigido a todos los peregrinos. En el afirmaba que sentía mucho no poder estar presente en Lourdes porque tenía que viajar a Roma para ser recibido por Su Santidad el Papa. Pero el prelado, en este mensaje, prometió estar con todos los enfermos de Sevilla en la peregrinación del año 2011.

Después de esta misa de bienvenida, los peregrinos acudieron a la Gruta para orar ante la Virgen de Lourdes. En la cabeza del grupo, enfermos y voluntarios portaban banderas españolas, el estandarte de la institución diocesana pintado por Carlos Córdoba y una cruz de madera, que llevaba en la cruceta el título de la Hospitalidad sevillana.

CIRIO DE LOS DONANTES DE ÓRGANOS

Como es habitual, en la Basílica Subterránea San Pío X se celebró la misa internacional, con asistencia de los peregrinos sevillanos y la presencia de más de cinco mil personas llegadas de todo el mundo. En esta segunda jornada en Lourdes destacó el solemne acto eucarístico, que tuvo lugar en uno de los altares de la Pradera que está situado frente a la Basílica y la Gruta de la Virgen. En este altar se había colocado el gran cirio que pintado por el peregrino Carlos Córdoba se ofreció a la Virgen de Lourdes en nombre de los profesionales y familiares de enfermos que están en la lista de espera y han solicitado ayuda para concienciar a nuestra sociedad con los donantes de órganos. Fue un acto muy emotivo, porque el cirio, con el lema "Lagrimas de vida" y lleno de corazones, fue ofrecido a la Virgen en la Gruta de las Apariciones y colocado posteriormente en uno de los "lampadarios".

En esta misma jornada se celebró una brillante fiesta en la que participaron todos los enfermos y peregrinos, donde hubo poesía, cante, baile, disfraces y un espectacular pasacalle por varias zonas de la población francesa. Todos compartieron sonrisas y lágrimas de alegría en una gratísima jornada de solidaridad.

VÍA CRUCIS Y PROCESIÓN DE LAS ANTORCHAS

Muy emotivo fue el Vía Crucis que se desarrolló en la Pradera, en el Camino del Agua, con la intervención del padre Coloma, que explicó los misterios de la Pasión a todos los enfermos y peregrinos de Sevilla. Antonio Portillo, veterano viajero, hizo entrega al sacerdote Carlos Coloma de uno de los ofrecimientos del grupo:

Vamos todos a Lourdes
con gran ilusión,
cuando ayudamos
a nuestros hermanos
es como hacerlo al Señor.

Al llegar a nuestro destino
la fe se hace oración,
Padre Nuestro, Ave María
Costalero del Señor.


Una vez finalizada esta convivencia pasional, los peregrinos se trasladaron hasta la rotonda del Carmelo, cerca de la Puerta de San Miguel. Allí fue colocada, junto a otras cruces, la cruz de madera que este año ha presidido junto al estandarte todos los actos sevillanos en Lourdes.

Este mismo día tuvo lugar, ya en esas horas previas a la despedida, la multitudinaria procesión mariana de las Antorchas. Como siempre, como en todas las convocatorias de años anteriores, intervino el coro de la Hospitalidad Diocesana, que cantó por sevillanas durante esta gran convocatoria que se desarrolla en la explanada de la Virgen Coronada, delante de la Basílica, y cuyo acto fue presidido por una imagen de la Madre de Dios que fue paseada en andas ante los enfermos y peregrinos. Miles de velas en alto -¡Ave María!--, en honor de la Virgen de Lourdes. Impresionante.

ACCIÓN DE GRACIAS EN ZARAGOZA

Si el viaje hacia Lourdes fue por la Ruta de la Plata con escala en Burgos, el regreso se realizó por Zaragoza. En la Basílica del Pilar se celebró una misa de Acción de Gracias, que tuvo lugar en el templo donde recibe culto la Virgen del Pilar. Este acto eucarístico fue presidido por el padre Carlos Coloma. En su homilía recordó todos los gratos momentos que se han desarrollado en Lourdes. Felicitó a todos los enfermos y peregrinos porque han compartido con fe y esperanza muchas vivencias y oraciones. Coloma pidió a la Virgen del Pilar ayuda para poder seguir trabajando desde la Hospitalidad por los más necesitados y seguir organizando estas peregrinaciones.

Al finalizar la misa, intervino el vicepresidente de la Hospitalidad, Julio Ruiz Rosales, recordando la "semilla" que había sembrado el recordado Padre Leonardo Castillo, que fue quien creó estas peregrinaciones a Lourdes y a Fátima: "Esta semilla -dijo-está dando estos grandes frutos". También tuvo palabras de agradecimiento para los peregrinos y enfermos que se habían incorporado a la Hospitalidad procedentes de Lebrija y Estepa. Terminó agradeciendo el trabajo de la agencia Távora y de todos los voluntarios y colaboradores. Pidió ante la Virgen del Pilar que "esta familia de peregrinos siga creciendo".

No faltó la actuación del coro dentro de la Basílica del Pilar: "Peregrino acércate y toma el Cuerpo de Dios". Pero la gran fiesta de despedida tuvo como escenario la gran explanada central del Pilar de Zaragoza, donde no sólo bailaron los peregrinos, sino los enfermos e impedidos que estaban en sus carritos. La fe mueve montañas. También se sumó al corro algún que otro espontáneo de la tierra aragonesa. Hubo momentos de mucho arte. Y eso que ese día, a la misma hora, jugaba España.

IMPRESIONES VIAJERAS

Y desde Zaragoza a Sevilla, con almuerzo en Aranjuez. Carretera y abanico, porque dejamos más de 35 grados en la capital aragonesa. Paco nos condujo a buen ritmo por esas carreteras y autovías de Dios y de la Virgen Santísima. En el autobús 7, donde iba el equipo de los Távora, los nuevos peregrinos cogieron el micrófono para contar sus impresiones viajeras, sus sentimientos y vivencias. Rompió el hielo Fernando Távora, que además celebró su cumpleaños en plena ruta. Chico 10. Pero también intervinieron Lola y Eduardo Parejo, Antonio Távora, Luís y Loli Orúe, el diácono José Antonio Muñoz Pardo, que vestirá de luces sacerdotales el 5 de septiembre en la Catedral, sin que faltara el cante, con la guitarra espontánea de Luís Orúe, de Mercedes Alcalde, Loli Orúe y la trianera Concha González. Bueno, todos palmearon bien en el autobús y se pidió otro año igual para la peregrinación 2011. Se acabó.

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